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Mostrando las entradas etiquetadas como ARTÍCULOS GÉNERO

EL FARISEISMO DE LA HOMOSEXUALIDAD EN LA IGLESIA

  Ocurrió en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma. Después de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Copacabana en julio de 2013, el papa Francisco se dirigió a los periodistas del avión y les preguntó: “¿Quién soy yo para juzgar a los homosexuales?”. Jesús de Nazaret nunca condenó la homosexualidad, fue Pablo de Tarso el que señalaría, desde su educación y formación farisaica, a los adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, borrachos, como excluidos   del   Reino de Dios (Cor 6, 10). Incluso cuando se habla de sodomitas en el AT, según algunos hermeneutas, el pecado de Sodoma fue la falta de hospitalidad con los mensajeros de Dios. No siendo un pecado sexual, sino social. La homosexualidad no es un pecado contra natura, la propia naturaleza tiene mil pruebas de ello; para el evangelio los pecados contra natura son las guerras, el hambre, la falta de un techo digno, la ausencia de vacunas y medicamentos para las enfermedades, el abandono de niños y ancianos, la vej

DOS CORAZONES, UN OBJETIVO

Al arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, y al joven migrante Mamadou  la vida los llevó por senderos marcados por la búsqueda de los derechos humanos. El primero por defenderlos, el segundo por buscarlos desesperadamente. Santiago Agrelo llegó a Marruecos hace doce años sin saber lo que le esperaba en el país vecino: "choqué de frente con la migración, que era algo nuevo para mí". Con el tiempo y desde la lucidez que da la realidad llegó a decir que "no es lo mismo leer el Evangelio en una catedral que en una patera. Y yo intento leerlo en la patera para siempre". Mamadou nació en Congo hace veinte años. Al poco de nacer, su madre falleció cuando aún era un niño debido a una enfermedad cardiovascular. Antes de morir lo confió a su familia materna. Un ataque de los paramilitares acabó con la vida de su tía y de su abuelo.  Santiago Agrelo en sus doce años de arzobispo en Tánger recuerda los testimonios de los migrantes con los que el destino le ha unido: “s

Desvelar

Como profesor de Instituto me planteo ¿qué pasaría en mi centro si una chavalita que profesa la religión musulmana asistiese a clase con hiyab? Confío que el sentido común llevase a la comunidad educativa a no imponer sanciones a dicho hábito y mucho menos a la expulsión del centro. Aporto cuatro pequeñas reflexiones que pretenden dar luz a un debate que en muchas ocasiones, y por desgracia, conducen a actitudes xenófobas, en las que lo que menos importa es la dignidad de la propia persona y su realidad familiar. Habría una primera consideración política. Nuestra Constitución en su artículo 16.1 garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto; y en el 16.2 proclama la aconfesionalidad del Estado. Ante lo cual no podemos mirar las simbologías, en este caso religiosas, como un atentado constitucional. En cambio, sí lo es que en los institutos, escuelas públicas y centros concertados subvencionados con dinero público se estén impartiendo clases de religión. El adoctrinamiento

La doble moral

El 8 de marzo de 1990, mi comunidad cristiana Sin Fronteras escribía con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en este mismo periódico: "Desechamos cualquier tipo de relación entre lo que verdaderamente es la lucha feminista con el delito del aborto" . En el verano de ese mismo año viajé a Perú, en donde compartí mi vida con las comunidades campesinas de los Andes y con las comunidades de los pueblos jóvenes de Lima. La realidad me curó la ceguera que me provocaba la moral católica que pretende dominar las conciencias desde la gran balconada de la plaza de San Pedro, al igual que el príncipe medieval observa sus pueblos y condados desde el gran ventanal de su castillo. Mi corazón sufría cada vez que una mujer campesina moría desangrada al intentar abortar por haberla violado algún desaprensivo. Mujeres, algunas de ellas religiosas, me enseñaron desde la vida a ver la realidad poniéndome en el lugar de las que decidían abortar ante las duras situaciones en

MUJERES CON MAYÚSCULAS

Actividades como estas nos abren la ventana de nuestras entrañas para ver y contemplar a: Mama Dolores que pide que el llanto y la pena no le ganen la partida. Lichi que pide nuestra complicidad sin despojarla de sus raíces. Antonia la Húngara , claro ejemplo de resistencia a través de los surcos de su cara. Pilar que quiere que la miremos como nos mira, de frente. Ramona que sólo busca ternura y respeto. Mama Isabel está cansada de que queramos saber de ella más que ella misma.             Actividades que nos muestran la realidad tal cual es: desvelando el sufrimiento y la deshumanización de mujeres empobrecidas, que aún lo tienen más difícil cuando pertenecen de una etnia o cultura minoritaria.             Actividades que aportan un granito de arena a la comprensión y al ejercicio de una ciudadanía solidaria y responsable.             Precisamente en este contexto de lucha social, en la Calle Torremolinos ,  me encontré con mujeres como las aquí presentes,

LOLI, LUCHADORA INFATIGABLE

             El pasado domingo nos levantamos con la dolorosa noticia de la muerte de Loli, una de las personas más queridas de nuestra Asociación.          Loli fue una de las primeras madres que se incorporaron en la asamblea de familiares de presos de la APDHA. Una mujer de una calidad humana y de una sensibilidad, que le llevaron a ser  portavoz del dolor y sufrimiento de centenares de madres de jóvenes, que son víctimas de la terrible enfermedad de las toxicomanías, terminando por delitos relacionados con las mismas en las cárceles. Loli padeció en su corazón durante mucho tiempo la dura realidad de su hijo, el maltrato institucional al que fue sometido en la cárcel, los desprecios que sufría cuando iba a visitarlo, la impotencia que sentía ante tanta injusticia de ver a muchos jóvenes machacaítos por la droga y por un sistema penitenciario que agrava aún más la situación, en vez de rehabilitarlos y devolverles la                          dignidad.          Loli fu