¿QUIEN LLORA POR LOS MUERTOS DE LA ALAMBRADA?

Durante la primera semana de julio hemos presenciado la terrible tragedia ocurrida en el metro de Valencia que se ha cobrado la vida de cuarenta y dos víctimas y, al mismo tiempo, la muerte de tres jóvenes inmigrantes africanos por los disparos efectuados por la policía al intentar cruzar la valla que protege a Melilla del llamado Tercer Mundo. Como era lógico de suponer la Comunidad Valenciana ha llorado a sus víctimas, sintiendo muy de cerca la compasión del resto de las comunidades a través de sus representantes oficiales. Los reyes de España asistieron al funeral que presidió el arzobispo de Valencia, el presidente del Gobierno regresó inmediatamente de su viaje a la India para mostrar su cercanía y apoyo a los familiares de las víctimas, María Teresa Fernández de la Vega y Mariano Rajoy se desplazaron a Valencia desde el primer momento y, junto a ellos, todas las autoridades de la comunidad, provincia y ciudad manifestaron su condolencia.
Todas las personas de este país nos hemos quedado conmocionadas ante tan dolorosa tragedia. Es normal y humano compadecernos con nuestros semejantes. Mientras lo anterior ocurría, volvían a morir en la valla de Melilla tres inmigrantes. Como siempre decimos, tres jóvenes que intentaron traspasar nuestras fronteras para encontrarse con una vida mejor. Sin embargo, ellos, al igual que otras muchas personas, se quedaron en dichas fronteras, tragados por las aguas del Atlántico o Mediterráneo, asfixiados en los bajos de un camión, muertos a balazos en la alambrada, sencillamente por haber cometido el delito de buscar unas mejores condiciones de vida. Auténtico genocidio humano que, por activa o por pasiva, se ha cobrado la vida de miles de personas empobrecidas, cuyo único patrimonio era su propia existencia.
¿Quién llora a los muertos de los otros? ¿Qué obispo organizará una misa en su catedral para pedir por sus almas? ¿Asistirá el Sr. Chaves a dicho funeral, tan sensibilizado como dice estar con lo que acontece en Marruecos? ¿Llamará el Sr. Rodríguez Zapatero a los familiares de las víctimas o a la comisaría de Melilla para que aumente la presencia policial en la valla? ¿Nos compadeceremos de la misma manera que con nuestras víctimas?
¿Quién llora a las víctimas de la alambrada? El día que lo hagamos con los otros como lo hacemos con los nuestros, entonces posiblemente ya no ha habrá vallas en Melilla y Ceuta, ni la necesidad de cruzar el Atlántico o el Mediterráneo en cayucos o pateras.

* Coordinador del Area de Marginación de la APDHA

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